DSA BOLETÍN INFORMATIVO - 29 DE JUNIO DE 2013 -
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“En el mundo futuro de crecientes mercados financieros mundiales, la
compañías atraerán capital de todas partes. La clave de este proceso es la
veracidad de los informes económicos”.WYMAN. (1989).
Representar contablemente en cifras el cumplimiento del objeto social
de las organizaciones es una tarea a desarrollar con un alto grado de
responsabilidad pues esos datos, inicialmente cuantitativos, son en conjunto
la carta de presentación de las compañías en ese escenario de competitividad
en el que se busca, fundamentalmente, captar capitales y maximizar
utilidades. A partir de toda esa información se contemplan cuantitativa y
cualitativamente las estrategias que determinan el camino a recorrer por las empresas
y las opciones que estas tienen para sacarle el mejor provecho posible al
mismo. Por tanto, y de acuerdo con los Principios Contables de General
Aceptación, la información contable debe “conocer y demostrar los recursos
controlados por un ente económico, las obligaciones que tenga de transferir
recursos a otros entes, los cambios que hubieren experimentado tales recursos
y el resultado obtenido en el periodo; apoyar a los administradores en la
planeación, organización y dirección de los negocio; facilitar y sustentar la
toma de decisiones en materia de inversiones y créditos; ejercer control
sobre las operaciones del ente económico, entre otros objetivos. (Artículo 3
del Decreto 2649 de 1993. Objetivos de la Información Contable).
Las organizaciones deben procurar por una información contable
comprensible, oportuna, confiable, comparable y neutra, pues los hechos
económicos producto del desarrollo de sus actividades y operaciones deben ser
representados de la forma más objetiva posible con total apego a la realidad,
representando fielmente los hechos económicos (Decreto 2649 de 1993. Artículo
4. Cualidades de la Información Financiera).Reconocer un hecho económico
corresponde al proceso de identificación y registro o incorporación formal en
la contabilidad de los hechos económicos realizados[1] que correspondan con
la definición de un elemento de los estados financieros, que pueda ser
medido, que sea pertinente y que pueda representarse de manera confiable
(Decreto 2649 de 1993. Artículo 47.Reconocimiento de los Hechos Económicos).
Cada rubro que se reconoce contablemente, según lo anteriormente
expuesto, guarda una relación con otro de tal modo que se construye un
engranaje lógico y secuencial que vislumbra todo el quehacer organizacional
en un periodo contable[2] especifico no superior a un año; tal es el
caso del reconocimiento de ingresos, costos y gatos, según el principio de
asociación o de causalidad, dentro del periodo que corresponde a su
realización con el fin de determinar, lo más objetivamente posible, la
utilidad o pérdida en el mismo. Los ingresos “representan flujos de entrada
de recursos, en forma de incrementos del activo o disminuciones del pasivo, o
una combinación de ambos, que generan incrementos en el patrimonio,
devengados por la venta de bienes, por la prestación de servicios o por la
ejecución de otras actividades realizadas durante un periodo, que no
provienen de los aportes de capital”[3] ; los costos, “representan
erogaciones y cargos asociados clara y directamente con la adquisición o la
producción de los bienes o la prestación de los servicios, de los cuales un
ente económico obtuvo sus ingresos”[4] y los gastos, por su parte,
“representan flujos de salida de recursos, en forma de disminuciones del
activo o incrementos del pasivo o una combinación de ambos, que generan
disminuciones del patrimonio, incurridos en las actividades de
administración, comercialización, investigación y financiación, realizadas
durante un período, que no provienen de los retiros de capital o de utilidades
o excedentes” [5].
Partiendo de las definiciones expuestas y considerando además lo
explícitamente consignado en el Artículo 13 del Decreto 2649 de 1993,es
imprescindible asociar con los ingresos devengados en cada periodo los costos
y gastos incurridos para producir tales ingresos, registrando unos y
otros simultáneamente en la cuentas de resultados de modo que se establezca
una justa relación entre los mismos.
La mayoría de los gastos, especialmente aquellos que implican
reembolsos de efectivo, son fácilmente identificables y asociables con los
ingresos correspondientes al periodo, sin embargo, existen otros gastos cuya
identificación con los respectivos ingresos resulta más compleja por el hecho
de provenir de transacciones efectuadas en periodos contables distintos al
corriente; por ejemplo, la depreciación de un vehículo que no solo se
registra para el año de compra sino para todos los años de vida útil. Por
otra parte, se presentan algunos gastos incurridos en el periodo corriente
pero cuyo pago no se efectúa en este mismo; en todo caso, independientemente
del momento en que se cancelen, deben considerarse como gastos del periodo.
(SINISTERRA, Gonzalo; HENAO, Harvey; POLANCO, Luis Enrique. Contabilidad
Sistema de Información para las Organizaciones. Editorial MC Graw Hill, 1991,
Paginas 84 y 85.)
“Si en un periodo contable se logran asociar todos los ingresos
realizados por la empresa con sus respectivos egresos, la utilidad así
calculada se considera más ajustada a la realidad”[6] . Contar con información
que refleje verazmente la realidad socio- económica -financiera de la empresa
en un periodo de tiempo especifico se constituye en una herramienta muy útil
para la toma de decisiones al interior de la misma, para controlar la gestión
de cada uno sus recursos en función de sus opciones de crecimiento, para
posibilitar su conquista de capitales; permite evaluar la consecución o el
incumplimiento de los objetivos que han sido trazados para un determinado
periodo de tiempo, se materializa como un indicador que mide el crecimiento
propuesto para la organización, orienta de forma objetiva la gestión
empresarial al permitir la identificación de las necesidades actuales y
potenciales de la compañía, es garante del establecimiento de relaciones del
ente económico con terceros, facilita su conducción hacia la sostenibilidad
en el tiempo, orienta su horizonte de inversiones y potencializa su
presentación, su legitimación y su posicionamiento en el medio en el cual
desarrolla sus actividades, tanto con los clientes internos y externos.
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